Nuevos análisis.

La mala suerte nos visita una y otra vez. A finales de noviembre mi marido se ha repetido los análisis y los valores de CD4 son bajos, por lo que ha tenido que comenzar la medicación.

Sinceramente yo tenía la esperanza que se mantuvieran por encima del nivel en el que se hace necesario la medicación durante un tiempo al menos. Pero no, ha sido inmediatamente.

A estas alturas ya lleva casi un mes con la medicación y en principio no nota ningún efecto secundario, lo cual es bueno y me alegra muchísimo. Espero que al menos esta primera combinación sea efectiva y se mantenga durante mucho tiempo. Se lo está tomando muy en serio, yo por otro lado tomo una medicación para el corazón a diario (por otros temas) y hacemos bromas con nuestras medicinas como si fueramos viejillos…

En la parte positiva es que yo también he repetido análisis (por aquello del período ventana) y no estoy contagiada. La verdad es que eso le ha dado un gran alivio a mi marido, pero a mí me ha dejado un poco descolocada.

Aunque suene a disparate lo que voy a decir, casi quería estar contagiada yo también y pasar por esto juntos, además pienso que si ya estuviera contagiada se me quitaría ese ligero temor que siento por debajo de todos los sentimientos. Y no quiero sentir ese temor, quiero estar con mi marido sin reservas mentales de ningún tipo. No sé si me explico o si alguien ha pasado por esos sentimientos, reconozco que es raro: amo a mi marido con todo mi corazón, es el compañero de mi vida, no quiero que cambie nuestra vida por esto y sin embargo cuando me besa o cuando hacemos el amor está esa pequeña idea-incordio por ahí rondando en mi cabeza como un mosquito que no logras apartar y que no me deja entregarme plenamente.

Vacaciones

El viernes comenzamos las vacaciones -aunque hoy tengo que pasar por la oficina a terminar una cosa- y el fin de semana estuvimos en las fiestas del pueblo del padre de mi marido.

Las niñas lo pasaron genial con la guerra de «flores» (=confetti) y la fiesta de la espuma, con los primos -aunque son mayores que ellas- y con un triciclo heredado por el que se peleaban continuamente.  Y a nosotros se nos caía la baba, claro. Aunque muy cansados y con mucho calor.

Cuando descargue fotos a ver si pongo alguna.

Este viernes tenemos intención de ir a un apartamento en la playa, a pasar unos diez días. A la vuelta pues a ver si hacemos unos arreglos en casa y cosillas así.

Pues eso, que estaremos de vacaciones. Mi marido está bastante animado e ilusionado. Ya no tiene fiebre y se encuentra bien. Deseo que estos días le suban la moral y encuentre momentos de felicidad.

Remontando.

La semana pasada ya casi no ha tenido fiebre, a partir del miércoles se encontraba bastante mejor.

Ha perdido bastante peso, pero me gusta volver a verle sonreir.

El fin de semana hemos ido a la casa que mis padres tienen en un pueblito costero. Hemos jugado con las niñas, nos hemos bañado en la piscina (él sólo remojarse los pies), hemos tomado un poco el sol, hemos dormido los cuatro juntos.

Han sido un adelanto de nuestras vacaciones tardías.

Hoy ha querido acercarse al trabajo -hay algunas cosas que comprobar- antes de que este viernes tomemos vacaciones e intentemos desconectar un poco y disfrutar de cada momento.

El Perdón

Ayer,  leyendo post como «Te perdono» de Ser VIH+, me puse a cuestionarme lo que escribí acerca de ¿Cómo?, donde cuento mis sospechas de quién pudo transmitirle el virus a mi marido. Interiormente le insulto, siento la necesidad de poner a algún culpable como blanco de mi ira. Pero claro, tal vez ese otro no lo sepa -por lo que he leído, no todo el mundo pasa la primoinfección y pueden no tener síntomas en una temporada-.

Eso no hace que le perdone, puesto que no habría nada que perdonar, él no lo sabe y punto.

Pero aún siento ira.

¿Cómo?

La doctora lo despachó con un: «¡Eso no es lo que importa ahora!, ahora hay que hacerle frente». Y punto.

Pero nos sigue reconcomiendo por dentro. Confío plenamente en mi marido. Sé que no ha tenido relaciones con nadie que no sea yo. No se droga, no fuma, no bebe… Entonces  ¿¡cómo coño ha sido!?

A principios de este año por el trabajo le vacunaron contra la hepatitis B, pero no aparecen los anticuerpos en los análisis. Eso es raro ¿no?

Se me ha metido en la cabeza que ha sido en el trabajo. Él maneja barras de acero y titanio para mecanizar en torno de control numérico y suele hacerse pequeños cortes en las manos y brazos con la viruta y demás. Desde hace como medio año tiene un nuevo compañero de trabajo, un ayudante para las máquinas. Y estoy convencida de que ha sido él. Pero claro no le puedes preguntar a bocajarro oye, mira ¿tienes VIH? y si la respuesta es sí ¿qué le dices? ¡cabrón! ya podías haber tenido cuidado.

La comedura de tarro de mi marido ahora de si lo dice en el trabajo o  no, de cómo evitar esos pequeños cortes (con guantes gruesos no puede manejar las piezas, los guantes finos se cortan igual que la piel) y proteger a los compañeros… todo eso ¿no lo pensó el otro? ¡vaya mierda!


OnePlusYou Quizzes and Widgets

Anteriormente